jueves, 24 de septiembre de 2009

La mayor ternura a veces es aniquilada por quien más debe protegerla...

Creo que no existe mayor ternura en este mundo que ver esta imagen, la de un bebé en la panza de su mamá y chupádose el dedito. Nos está mostrando no sólo su vitalidad, sino que hasta ya tiene una costumbre con la que nacerá. Cuando hace eso es que se está entrenando para mamar el pecho materno, que será su primer y fundamental alimento fuera del vientre. Me consta, ví a mi hija menor en una ecografía haciendo lo mismo y luego resultó una bebota muy demandante del líquido elemento que yo le proveía.
Quise dejar esta imagen como uno de los mejores ejemplos de ternura que podemos tener los humanos y especialmente las madres, para quienes debería ser siempre  lo más importante, proteger esa vida en gestación en nuestro cuerpo.
 La hayamos buscado o no, en la situación o circunstancia en que haya sido, estoy segura porque así lo creo yo, que somos absolutamente responsables de esa vida que no nos pertenece, que albergamos pero que ya es individual y tiene su propia alma y su propio derecho a la vida, el cual es el primero, el principal derecho humano, idéntico al que tiene su madre. Estoy absolutamente convencida de que debemos mantenerla y defenderla contra todo y contra todos, hasta de nosotras mismas...
Las mujeres somos dadoras de vida, cuando abortamos COMETEMOS HOMICIDIO.MATAMOS A NUESTRO HIJO. POR ESO YO DIGO NO AL ABORTO, PORQUE NO SOMOS DUEÑAS DE LA VIDA QUE GESTAMOS, DEBEMOS PROTEGERLA, ES EL SER MÁS NECESITADO DE NUESTRO AMOR Y CUIDADO. DIGÁMOSLE SÍ A LA VIDA DE NUESTROS HIJOS. NO LOS MATEMOS. NO LOS ABORTEMOS.


Melan.

    

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